Tener a un amigo que te lleve a buscar a Jesús

Es una gran inversión de nuestro tiempo buscar una relación íntima con Jesucristo. Como las cosas importantes de la vida no tienen precio, tienen valor. Y esto es para cada uno de nosotros, aunque vivas en la ciudad de Buenos Aires, una de las ciudades globales donde más creció el agnosticismo en los últimos 10 años 

El evangelio de Juan es un libro, que entre otras cosas, nos muestra cómo algunas personas llegan a buscar a Jesús. Allí nos encontramos con Juan el Bautista, Nicodemo, la mujer Samaritana, la mujer adúltera, Lázaro y sus hermanas y algunos más.

Uno de estos encuentros lo tenemos en Juan 12:20-24. Unos griegos buscaban a Jesús en Betsaida, una villa pesquera a orillas del mar de Galilea, una ciudad sobre la que el Hijo de Dios se lamentaba por la incredulidad que veía en ella. Así que no fue común que la gente de allí buscara a Jesús. Sin embargo, podemos observar un dato muy curioso, en esta ciudad, cinco de los discípulos habían crecido allí. 

Felipe era procedente de Betsaida, es por ello que para poder acceder a Jesús se acercaron y hablaron con él. Tal vez, por conocer la ciudad se sorprende de esta visita inesperada y antes de llevarlos con Jesús, busca a Andrés. Andrés, al que se hace referencia según el evangelio de Juan, fue discípulo de Juan el Bautista antes de seguir a Jesús. Fue quien presentó al muchacho que tenía la canasta con los cinco panes y los dos peces, el dia de la multiplicación.

Me parece interesante e inspirador, ver a Felipe buscando a su amigo para juntos presentarle a Jesús ese grupo de griegos.

“Entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús”

Qué interesante tener cerca un 'Andrés' que nos ayude a buscar a Jesús. Casi es indispensable para el desarrollo de nuestra vida espiritual. Posiblemente Felipe se sintió amenazado o en peligro con la visita de los griegos y supo a quién buscar para sentir apoyo en una ocasión como esta.

Es reconfortante saber que en momentos de temor, de tristeza, de decisiones importantes, de emprender nuevos caminos, tener a alguien que nos sostenga en oración, que nos acompañe, que nos impulse a llegar a Jesús.

A veces es difícil encontrar a una persona que nos genere tal confianza. Y a ellos les pasó lo mismo, porque no se conocieron sino hasta que Jesús los llamó. Felipe vio la fe y la vida de Andrés. Es así que es recomendable una persona de fe probada, una persona que muestre frutos y guarde su testimonio. No tiene que ser precisamente un amigo o un familiar. Sino alguien que esté dispuesto a acompañarnos en este proceso de búsqueda. 

“La hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”, Jesús tenía un claro interés en Felipe y Andrés.  (Jn 12:23)

Jesús termina su mensaje hablando acerca de la recompensa, la honra y la vida eterna para aquel que le ame y le busque. El pasaje no nos cuenta qué pasó con los griegos. A lo mejor quedaron en la puerta, a lo mejor decidieron darle un giro a sus vidas. Pero lo que sí sabemos es que es difícil buscar a Jesús en un contexto urbano con una cultura secularizada como la que tenemos en la ciudades urbanas de hoy en día. Donde se presenta el agnosticismo como la regla para personas inteligentes, donde se ridiculiza a Jesús en los ámbitos académicos. Y la necesidad de realización personal nos impone el individualismo como estilo de vida. 

DESAFÍO PARA LA SEMANA:

Observa a tu alrededor intencionalmente buscando “tu Andrés”, una persona que conozca a Jesús y tenga la fe crecida con evidencias en su vida personal, familiar y económica. Una persona que te inspire a crecer en Jesús. 

Tomate 15 minutos de tu día para reflexionar acerca de esto. Pensa en el hecho de acercarse a Dios con un compañero de oración es mucho más sencillo que enfrentar este desafío a solas. 

Podes anotar algunos nombres. ..................................................................................................

También te recomiendo orar y meditar de qué manera tu contexto inmediato te ha estado condicionando para buscar a Jesús, para que de alguna manera puedas decidir romper los estereotipos y los patrones culturales. Y desde allí, buscar la ayuda que necesitas para encontrar a Jesús.

Mi oración es que en esta semana el Espíritu Santo hable a tu corazón y puedas identificar con su ayuda una persona que te ayude en este proceso de buscar y conocer a Jesús. Buena semana!!!!

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